SEIS HERMOSOS AÑOS



Cuando termine con mis estudios de primaria me pregunte a sí misma como será la secundaria, llegar a un colegio grande sin conocer a nadie pues me asuste al principio solo pensaba en llegar allá y sentirme bien.
Bueno muchas personas piensan que estudiar es una muy buena oportunidad para uno superarse a sí mismo y salir de la pobreza y si esto es muy cierto porque es un excelente medio para ser alguien en la vida.
En algunos momentos pensaba en no llegar a cometer los errores de algunos de mis familiares que les aburrió estudiar y estudiar y dejaron todo a medias, se dedicaron fue a trabajar, pero no yo pensaba en esos seis hermosos años de mi vida, si hermosos porque uno conoce nuevas personas y muchas cosas interesantes que no alcanzaste a ver en la primaria.
Mi secundaria ha sido muy interesante, quizás más interesante que cualquier otra cosa, nuevas materias, diferentes profesores y muchas cosas hermosas que me ha dejado el bachillerato para una larga vida que me espera.
Cuando llegas a una escuela grande tu lo primero que piensas es en llegar a ser ese mejor estudiante que sobresale en todo y que es orgullo no tanto de los profesores si no de tus padres que son los que motivan a uno para salir adelante pero existe un pequeño problema que a veces llega y es la pereza o algunas otras distracciones.
Cuando comencé a cursar sexto grado me sentí muy rara porque no conocía a nadie y eso es muy feo, llegas a un salón sin conocer a nadie, sin saber cuáles son sus gustos, sus defectos y sus virtudes. Convivir con un número de niños y niñas al comienzo fue muy difícil adaptarme porque era muy tímida y como no los conocía no hablaba con nadie, lo que más nervio me daba era cuando el profesor llegaba y nos decía que nos presentáramos eso al comienzo no me gustaba para nada.
Luego con el pasar de los días las cosas cambiaron conocí nuevas personas y todo empezó a surgir de maravilla, también le temía a otras cosas como era la forma de explicar de los profesores sabia que eso me iba a afectar un poco, pero luego me fui adaptando poco a poco.
Pasaron los años el sexto, el séptimo, el octavo, el noveno, el decimo y ahora el once, todos los años pasados fueron divertidos, con algunas dificultades, pero la vida sigue y yo no le prestó tanta atención a algunas cosas que me han sucedido en el correr de mis seis hermosos años, algo que no me gusta mencionar casi es la despedida de once , saber que es el último año que estoy en esta bella escuela, dejamos momentos bonitos y malos ,lecciones que aprendí para seguir adelante , algunas cosa malas que deje y me di cuenta que no eran lo mejor en mi vida y que me estorbaban en mi camino para seguir y terminar el once.
Ya no tengo más nada que contar.